Com Evo a caminho do México, Exército ocupa as ruas e faz toque de recolher “informal” na Bolívia

Tempo de leitura: 2 min
Evo Morales segura bandeira do México a bordo de avião que o leva até o exílio. Reprodução das redes sociais.

Da Redação

Correndo o risco de ser capturado pela tropa de elite encarregada de combater o narcotráfico, financiada e treinada pela DEA, a polícia antidrogas dos Estados Unidos, o presidente Evo Morales deixou a Bolívia ontem à noite e seguiu para o México.

As ruas foram ocupadas pelo Exército, a pedido da segunda vice-presidenta do Senado, que se auto-intitulou ocupante do cargo vago por Evo, apesar disso não estar previsto na Constituição.

Helicópteros, blindados e homens fortemente armados passaram a patrulhar bairros de La Paz e Cochabamba, colocando em prática um toque de recolher informal.

No vácuo do poder, o Exército — que “recomendou” a Evo Morales renunciar — agora impõe a nova ordem ditada por dois líderes de oposição não eleitos, Carlos Mesa e Luis Fernando Camacho.

Na prática, eles mandam e o Exército obedece.

É o golpe, que a mídia brasileira naturalizou. Num formato do século 21, “informal”, com o uso da força quando necessário para impor a vontade de perdedores na eleição presidencial.

Um prelúdio do que pode acontecer no Brasil?

Nesta terça-feira, a vice-presidenta do Senado deverá indicar um presidente provisório para promover novas eleições, sob alguma fórmula que deve impedir o Movimento ao Socialismo (MAS)  de concorrer.

O partido de Evo Morales tem mais de 2/3 das cadeiras das duas casas parlamentares do país, mas foi atropelado por milicianos armados.

Os milicianos fizeram ataques organizados a uma prefeita e dois governadores do MAS, além de incendiar a casa de uma irmão do presidente da República.

Evo teve mais de 45% dos votos nas eleições presidenciais mais recentes, que o Exército agora trata de suprimir.

Rússia, China e México denunciaram o golpe como golpe.

A Organização dos Estados Unidos (OEA), acusada pela Venezuela de promover a derrubada de Evo junto com a Casa Branca, ajuda a formalizar o novo governo da Bolívia, ao gosto dos golpistas de Santa Cruz.

Os indígenas quíchua, aymara e guarani, que representam 55% da população da Bolívia, prometeram reagir.

Agora, terão pela frente o Exército.

A polícia foi expulsa de Los Altos depois de matar dois homens e ferir uma menina de 9 anos de idade, à bala.

O governo provisório da Bolívia deverá ser rapidamente reconhecido pelos promotores do golpe, dentre os quais o Brasil e os Estados Unidos.

O vídeo abaixo registra como nenhum outro o avanço institucional do fascismo.


Siga-nos no


Comentários

Clique aqui para ler e comentar

Zé Maria

https://pbs.twimg.com/media/EJLcRZuXkAcmDcy.jpg

Repudio el golpe de Estado a Bolivia.
Mucha confianza en el pueblo
Aymara, Quéchua y Guaraní.
¡Adelante !
¡No permitan que le arrebaten sus sueños!
¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!

“Lutamos pela Igualdade,
Quando as Diferenças
Nos discriminam,
e pelas Diferenças,
Quando a Igualdade
Nos descaracterize.”

Boaventura de Sousa Santos, Sociólogo, Economista, Filósofo do Direito,
Professor Catedrático e Pesquisador na Universidade de Coimbra, Portugal

Zé Maria

Aparecem os Crimes Hediondos
dos Nazi-Fascistas na Bolívia

“Le quemaron la biblioteca a García Linera.
Queman libros, como los nazis, como los
milicos en Argentina. Son lo mismo.”
https://twitter.com/robertinocarles/status/1194027840284614656

“Trinta mil livros queimados.

A biblioteca do ex-vice-presidente boliviano.

Trinta mil livros queimados !”

https://twitter.com/flaviovmcosta/status/1194133260948967425

Criminosos! Criminosos! Criminosos!

Zé Maria

Vê só! O tal Reverendo Camacho não é tão santinho assim,
como andam dizendo por aí as empresas de comunicação:

O denominado Comité “Cívico” Pro Santa Cruz, entidade
empresarial (similar à FIESP) encabeçada por Luis Fernando
Camacho, que Coordenou o Golpe de Estado na Bolívia, a
partir da cidade de Santa Cruz (a São Paulo Boliviana), serviu
para que a Oligarquia da Famíglia Camacho voltasse a dirigir
o negócio de gás, na Região de Santa Cruz, e ainda pudesse
escapar das Dívidas que tem com o Estado Boliviano.

En 2015, Luis Fernando Camacho ingresó en el Comité Cívico Pro Santa Cruz –
donde su padre fue presidente entre 1981 y 1983-, primero como segundo vicepresidente y luego como primer vicepresidente.
Desde febrero de 2019 Luis Fernando Camacho preside esta organización
que nuclea entidades empresariales, vecinales y laborales de la región
donde se reúne la mayor parte de la oposición al proceso de transformación
que encabeza Evo Morales desde que llegó a la presidencia en 2006.

Camacho es docente universitario y empresario, y junto a su familia
forma parte del Grupo Empresarial de Inversiones Nacional Vida S.A.

Las empresas pertenecientes a esta corporación operan en el rubro
de los seguros, el gas y los servicios.
Hay versiones que indican que una de las principales causas de su acérrima
oposición al gobierno de Morales se debe a deudas y pérdidas millonarias
relacionadas con el negocio del gas en Santa Cruz.

Hay medios locales que lo vinculan con los Panamá Papers como intermediario,
a partir de la creación de tres sociedades (Medis Overseas Corp., Navi International Holding y Positive Real Estates) para “coadyuvar a personas
y empresas a esconder sus fortunas en entidades offshore, lavar dinero
y establecer esquemas de evasión de impuestos”.

Una denuncia que llegó a este medio señala que la familia de Camacho
tiene procesos millonarios con el Estado a raíz de que hasta 2006, su padre,
José Luis Camacho era propietario de Sergas, empresa que distribuía gas natural en esa ciudad.

Según la denuncia, José Luis Camacho se habría metido al bolsillo $us 20 millones
que debe al Estado y otros Bs 20 millones por evasión de impuestos, por lo que
necesita que vuelva un gobierno neoliberal para no pagar sus deudas
y recuperar su negocio con el gas de los bolivianos.

Asimismo, señala que toda la familia Camacho tenía el monopolio del gas
en Santa Cruz.
La empresa Socre, que hacía las instalaciones, era de propiedad de
Enrique Camacho, tío de Luis Fernando y la empresa Controgas
era de su primo, Cristian Camacho.

En ese sentido, lo que pretende el paro cívico impuesto por el Comité es defender a las logias o grupos de poder para preservar los privilegios de la oligarquía, por lo que mandan a los pobres a cometer una serie de actos vandálicos que ayer dejaron a cinco heridos de bala en Santa Cruz.

Entretanto, la que se ve perjudicada es la gente que quiere trabajar, los gremialistas que viven día a día, los campesinos que no pueden vender sus productos y a los asalariados que no pueden llegar a sus fuentes de trabajo.

Según el denunciante, para todos es conocido que el Comité Cívico Pro Santa Cruz es un ente que protege a las logias y grupos de poder y que se eligen entre unas cuantas familias oligárquicas, sin tomar en cuenta a los cruceños.

Asimismo, señaló que los cívicos ahora están liquidados políticamente,
porque perdieron en las elecciones, dado que su partido, ‘Bolivia Dice No’,
representado por Óscar Ortiz y Rubén Costas, quedó cuarto en las elecciones,
siendo desbancado del tercer lugar por un coreano desconocido.

A través de un show en las redes sociales y de la espectacularización
de sus demandas, Camacho desconoció inmediatamente el resultado
de las elecciones pasadas, convocó a un cabildo en Santa Cruz y a través
de votaciones por aclamación le dio a Morales un plazo de 48 horas
para que presentara su renuncia.
En paralelo, se autoproclamó al frente de la “unidad” opositora, opacando
incluso a la figura de Carlos Diego de Mesa Gisbert, el candidato de la coalición
‘Comunidad Ciudadana’ que quedó segundo en las elecciones del 20 de octubre.
También llamó a un paro indefinido y a la desobediencia civil hasta lograr
el objetivo que se había planteado: la renuncia de Evo Morales.

A esta altura, a Camacho ya ni siquiera le interesa lo que la misión de la OEA
que está auditando los resultados de las elecciones tenga para decir.
Incluso se expresó en su cuenta de twitter en contra de Mesa, acusándolo de ser
obligardo a respaldar la auditoría internacional, aunque luego borró el mensaje.
Según dice Camacho, trata de convocar a nuevas elecciones en las que
Evo Morales no esté presente.
Con un discurso que, aunque intenta asociarlo con “la paz y unidad del pueblo
boliviano”, termina cargado de racismo, odio de clase y provocación.
Incluso, hasta llevarlo a la posibilidad certera de un golpe de Estado.

Lo cierto es que la actual confrontación en Bolivia sirve de contexto para reforzar
antiguos estereotipos racistas que estigmatizan no solo a las mujeres,
sino que también se basan en intersecciones relacionadas con la raza, el origen,
la religión, la elección sexual y la edad.

En línea con otros representantes de la nueva derecha regional, como el
presidente brasileño Jair Bolsonaro, Camacho maneja un discurso con muy
fuerte anclaje religioso.
En cada una de sus apariciones públicas y a través de las redes sociales, alienta
la oración y proclama su fe en Dios. Convoca a las manifestaciones en el Cristo
Redentor y se asegura de que sostengan la imagen de una virgen a su lado
mientras que arenga al público.

Histriónico y prepotente, con una oratoria exacerbada y una imagen asociada
a la gente blanca acomodada del país (que legitima a partir de su origen
santacruceño burgués), sostiene su popularidad apelando a la cantidad de gente
que convoca y a la cercanía que dice tener con sus seguidores.
Es muy evidente la construcción que realiza de su figura en contraposición
con el origen humilde, campesino e indígena del presidente Morales.
Y a pesar de que se esfuerza por asegurar en reiteradas oportunidades
que no expresa un mensaje racista, algunos sucesos demuestran lo contrario,
como lo ocurrido durante “la marcha de mujeres el jueves siete de noviembre en Cochabamba” (https://youtu.be/8nm0BlMI12E).

https://www.nodal.am/2019/11/quien-es-luis-fernando-camacho-el-hombre-que-intenta-desestabilizar-bolivia/
https://www.primeralinea.info/camacho-promueve-el-paro-para-volver-a-aduenarse-del-negocio-del-gas-en-santa-cruz/

Deixe seu comentário

Leia também